lo relacionado con la ciencia. A la fecha, estas dos líneas siguen siendo la parte ancla de este negocio, que también suma productos clásicos como el equipo médico, deleite de grandes y chicos por generaciones.
De hecho, los padres que jugaron ahora son abuelos y sus hijos también compran estos juguetes a los nietos. La tradición familiar de recomendarlos ha reforzado y consolidado la marca que muchos reconocen todavía con su viejo jingle: “Con juguetes Mi Alegría aprendemos y jugamos”. Y dentro de estos juguetes nopodemos dejar pasar a la magnifica maquina de raspados un juguete que aunque lo preferian mas las niñas los niños tambien la querian, una maquina quehacia raspados verdaderos, ahora no solo podian jugar a la comidita sino usar algo comestible.
